| Terapia con hormona de crecimiento humano | Terapia antienvejecimiento
La hormona de crecimiento humano (GH) es producida naturalmente por la glándula pituitaria y es esencial en todas las etapas de la vida. Además de estimular el crecimiento óseo en los niños, la HGH está involucrada en procesos en niños y adultos que ayudan a regenerar células y mantener tejidos y órganos saludables. La HGH también juega un papel importante en la promoción de la producción de proteínas y la quema de grasas y ayuda a controlar el azúcar en sangre al aumentar los niveles de azúcar en sangre como agente equilibrante de la insulina.
Normalmente, los niveles de HGH suben y bajan diariamente, y aumentan después del ejercicio y también por la noche, mientras duermes, que es cuando tu cuerpo está ocupado reparándose y regenerándose. Cuando sufres una lesión, como una lesión deportiva o si experimentas un trauma, como un accidente automovilístico, los niveles de HGH también aumentarán para ayudar con el proceso de curación y reparación.
Como resultado del proceso de envejecimiento y ciertas condiciones de salud, algunas personas pueden presentar deficiencia en los niveles de HGH. Los adultos con deficiencia de HGH pueden experimentar una variedad de síntomas, incluyendo fatiga, disminución de la fuerza muscular, depresión, enfermedad cardíaca, resistencia a la insulina y pérdida de cabello. Si usted es un adulto que sufrió deficiencia de la hormona del crecimiento durante la infancia o la edad adulta, puede ser candidato para una terapia de reemplazo. La terapia con hormona del crecimiento bajo supervisión médica puede restaurar de manera segura sus niveles de hormona del crecimiento y ayudarlo a recuperar su salud.
| Beneficios de la hormona del crecimiento
Se ha demostrado que la terapia con hormona del crecimiento aumenta la masa muscular magra y reduce preferentemente la grasa visceral, los depósitos de grasa profundos en el abdomen que se asocian con un mayor riesgo de enfermedad cardíaca, cáncer, accidente cerebrovascular y otras enfermedades crónicas y degenerativas. Además, los pacientes con niveles bajos de hormona del crecimiento tienden a tener niveles más altos de colesterol, que a menudo se reducen con la terapia con hormona del crecimiento, en parte debido a su capacidad para reducir el colesterol LDL y los triglicéridos. La hormona del crecimiento también aumenta la densidad ósea, lo que reduce el riesgo de fracturas. Se ha demostrado que restaurar los niveles de la hormona del crecimiento mejora la función cognitiva, la concentración y el estado de ánimo, todos componentes importantes del envejecimiento saludable y el bienestar psicosocial.
Algunas afecciones asociadas con la deficiencia de la hormona del crecimiento incluyen:
- Síndrome de Turner
- Insuficiencia renal crónica
- Síndrome de Prader-Willi
- Restricción del crecimiento intrauterino
- Baja estatura idiopática
- Síndrome de desgaste por SIDA
La hormona del crecimiento también se ha utilizado experimentalmente en la esclerosis múltiple, para promover la pérdida de peso en la obesidad, así como en la fibromialgia, la insuficiencia cardíaca, la enfermedad de Crohn, la colitis ulcerosa y las quemaduras. La hormona del crecimiento también se ha utilizado experimentalmente en pacientes con síndrome del intestino corto para reducir la necesidad de nutrición parenteral total.
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